lunes, 14 de abril de 2008

Mister Zeta ya tiene Gobierno

Este fin de semana ha sido el del alumbramiento del nuevo Gobierno de Mister Zeta. Y le llamo nuevo porque es el resultado del último proceso electoral, no por la novedad del mismo, que de eso lleva poco. En su anuncio, Mister Zeta destacó que, por primera vez en la Historia de España, había más ministras que ministros. Que por primera vez una mujer sería Ministra de Defensa y que, para seguir innovando, nombraba al ministro (en este caso, ministra) más joven de la democracia a cargo de un Ministerio también novedoso: el de Igualdad. Estas novedades, destacadas por el Presidente del Gobierno de España, resultan de todo punto lamentables, no por lo que suponen en sí mismas –que también- sino por el mero hecho de que deban destacarse.

Por partes.

El primer gobierno con más ministras que ministros ¿Y? Qué más dará que el responsable de un Ministerio sea hombre o mujer. Importará que sea una persona adecuada al cargo que va a ocupar, que tenga la preparación conveniente, que en su cargo ejerza bien sus competencias y que gestione correctamente cuanto le competa. Pero que sea hombre o mujer importa bien poquito. ¿O es que Magdalena Álvarez ha sido un desastre por ser mujer? Evidentemente, no. Ha sido un desastre porque es La Galáctica de la incompetencia. Casi, casi, al nivel de quien la nombró y renombró. Y nunca quedará claro si la nombró hace cuatro años porque era mujer o la renombró el sábado por esa misma razón. Aunque siempre me será difícil creer que fuera su competencia o su valía la razón de ambos nombramientos. En fin, que mientras se presente como novedad que hay más mujeres que hombres, se estará poniendo bien a las claras que estamos ante una excepción y no ante un hecho normal.

La primera vez que una mujer es Ministra de Defensa. De nuevo, ¿y? ¡Si lo que debía ser una excepción es que alguien como La Chacón fuera Ministra de algo! Pero no, eso no es novedad porque la hoy Ministra de Defensa ya era Ministra de Vivienda y, además, a pesar de que basta con leer su historial para darnos cuenta de su manifiesta e intrínseca incompetencia, esa es una característica común a la mayor parte de los portadores de las carteras ministeriales, de hoy y de siempre. Así que lo que debía ser excepción, es regla. Y lo que debía ser normal, es excepción. Respecto al Ministerio de Defensa, ¿hay alguna diferencia con cualquier otro Ministerio que impidiera que una mujer fuera su titular, más allá de los deseos de quien nombra o cesa ministros? Yo creo que no luego, ¿qué hay de especial en el hecho?

El ministro –la ministra- más joven de la Democracia. 31 añitos cuenta la interfecta y no, ni es una lumbrera ni, a la vista de su historial, lo aparenta. Dejando al margen sus ocupaciones vinculadas a la PSOE, sólo puede destacarse que estudió Dirección y Administración de Empresas y que trabajó –poco tiempo- en una entidad bancaria, supongo que una Caja de Ahorros por aquello de la vinculación al poder político territorial, pero no lo sé. Todo lo demás PSOE, PSOE y PSOE. Eso sí, debe tener alguna otra cualidad que no se trasluce de la lectura de sus méritos porque, con tan pocos años, no es normal llegar tan arriba en una empresa como la PSOE tan repleta de jóvenes meritorios. A esta joven ministra, al menos, hay que reconocerle que tiene una titulación universitaria y que, con el Ministerio que le ha tocado, no le será fácil montar la que montó su paisana Maleni. Lo que es triste es que uno no sabe si colocarla en la cuota femenina, en la cuota andaluza o en la cuota del “no nos falles”. Tiempo al tiempo.

El Ministerio de Igualdad. ¿Mande? Mister Zeta en estado puro. La nada elevada a la categoría de Ministerio o la extravagancia hecha cartera. No me queda claro si entre las competencias del flamante estrambote estará igualarnos a hombres y mujeres, a listos y tontos (o tontos y listos, que tanto monta), a ricos y pobres, decentes e indecentes, personas y simios o, lo que es más importante, ministros y no ministros, que tenemos a Caldera un poquillo desmejorado y empieza ya a añorar el Audi del Parque Móvil. En fin, una alegría… ¿tristes y alegres?

Lo que sí que tengo que reconocer es que, en lo esencial, Mister Zeta no me ha defraudado: la cuota de incompetentes está representada por lo mejor de cada casa. La cuota de competentes continúa desconocida.

Hoy como ayer: buena suerte.

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