viernes, 28 de marzo de 2008

Dentro y fuera

Sí, ya lo sé, el título de esta entrada parece de Barrio Sésamo:

- Hola amiguitos, soy Coco, y os voy a mostrar la diferencia entre estar dentro y estar fuera.

Sí, sí, es algo así. Hay quien gusta de los lugares comunes y éste es uno de ellos: desde dentro las cosas se ven distintas o desde dentro no puedes decir lo mismo que desde fuera. Si desde dentro te comportas como si estuvieras fuera… ¡pues tienes muchas posibilidades de dejar de estar dentro!

No conozco muchos políticos, la verdad, pero casi todos comparten el discurso del dentro y fuera:

- Ya, ya, si tienes razón pero es que desde dentro no puedes decir según qué cosas. Ya, si es verdad, pero es lo que hay…

Ese es el discurso dominante. Bueno, ese y el de “es que fuera hace mucho frío”.

¡Coño! ¡Pues fuera está la inmensa mayoría de los ciudadanos que te pagan el sueldo a ti y a todo tu partido! Es cierto que esto del frío no se nota cuando no se conoce el calor de la moqueta, ni la comodidad del asiento trasero de un Audi (pagado, eso sí, por los que pasan el frío que nos queremos evitar, claro). Así que es humanamente entendible el apego al sillón y el natural desapego a la defensa de aquello que pueda hacerlo peligrar. Pero que sea humanamente entendible no significa que ese tipo de actitudes no sean moralmente reprobables, porque lo son.

Y hablando del dentro y fuera, el espectáculo que estamos observando en el PP -desde fuera- es absolutamente lamentable: los cuchillos llevan meses afilados pero nadie se atreve a dar un paso al frente. Bueno, nadie, nadie, no. Ayer se conoció que una militante de base –Cristina Castro, creo- se postulaba como candidata a la presidencia del partido. Vale, que era un poco friki, ¡pero se montó la mundial porque se había atrevido a postularse! ¡Y encima tiene el descaro de enfrentarse a Federico! ¡A Don Federico! ¡A eso no se atreve ni Rajoy! Y llega una Doña Nadie y le canta las cuarenta en La Mañana.

¡Intolerable!

¿De verdad era intolerable? ¿A este nivel de degradación moral hemos llegado que una persona normal no tiene ni el derecho a dar un paso al frente sin que se la tache con todo tipo de calificativos? Pues sí, hasta este nivel hemos llegado. A esta militante del PP se le ha dicho que buscaba sus diez minutos de gloria y que cómo se atrevía a algo que ni La Lideresa –Dios la guarde muchos años- era capaz de encarar. Vamos, que cómo desde su nadiedad política se planteaba una misión que ni siquiera estaba al alcance de los más altos Barones y más temidas Duquesas.

Y es que al final esa nadiedad da para mucho. Ese “no tener cargo que defender”, permite mucha libertad a cuantos no viven del voto y el dinero ajenos y se ganan la vida honradamente. Lástima que, cuando se empieza por aceptar que la democracia interna de los partidos es “uno de los chistes más graciosos del ordenamiento jurídico”Girauta dixit-, se termine por criminalizar a quien no se ha enterado que el ordenamiento jurídico, en general, y la Constitución, en particular, no tienen más valor que el que se les quiera dar desde el poder. Y el poder, no nos engañemos, está hoy en los partidos.

Puede ser que llegue el día en que la tortilla dé la vuelta.

O puede que no.

OTROSÍ DIGO. Federico, muy mal. Puedo hasta llegar a compartir tu amor –político, se entiende- por Espe, pero esa incondicionalidad hacia ella, es digna de mejores causas. La Lideresa prometía pero hoy sólo cobardea en tablas. Como el resto de la ganadería, todo sea dicho, pero las mayores decepciones nacen de las más altas expectativas. Y con Espe, las expectativas eran –se ve hoy- demasiado altas.

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