lunes, 11 de febrero de 2008

La X

No sé si el título que he elegido para mi blog es original o no. Como persona vanidosa que soy me gusta pensar que sí lo es, pero para gustos colores. Lo que sí que puedo afirmar es que no es un título que salga de la nada.

Hace poco más de una semana un tal San Juan o Sanjuan (o como coño se escriba, que tampoco me importa mucho), actor dizque español y premiado con un Goya, dedicó el galardón a la disolución definitiva de la Conferencia Episcopal. No se le ocurrió al buen señor otra cosa más edificante a qué dedicar el premio. Bueno sí: creo recordar que lo dedicó también a su madre y ¡pasmense!: a su padre. Sí, se ve que debe conocerlo y quizás por eso fue premiado por un gremio tan poco dado al conocimiento de su árbol genealógico. Lo mismo lo premiaron por otra cosa pero, la verdad, no está uno ya para esoterismos.

El caso es que a mí esa gracieta de un tipo al que no cabe atribuirle otro mérito que el de memorizar cuatro líneas de un guión y repetirlas, pues, la verdad, no me hizo ninguna gracia. Y no me hizo ninguna gracia por una razón principal: a este pájaro también le pagamos el sueldo los católicos. No, no pido que se convierta, ni que deje de votar a quien le plazca, ni que evite exponer sus ideas, pero al menos, que se entere de quién le paga un sueldo que le permite vivir bastante mejor que a la mayoría de los que se lo pagamos y nos respete.

Si no quiere sostener a la Iglesia, me parece perfecto: que no marque la X en la casilla correspondiente de su declaración del IRPF. Tiene esa opción.

Por el contrario, yo no tengo esa posibilidad. No puedo decidir no darle ni un céntimo de mis impuestos a esta panda de actores enseñaculos que viven a cuerpo de rey a costa del esfuerzo de muchos. ¿Para cuándo una casilla que me permita no financiar a este gremio? Tengo claro desde hace mucho que no pisaré un cine para ver una película española. Primero, porque hace mucho que no puedo hacerlo, ni para ver cine eZPañol, ni para ver buen cine; y segundo, porque no me da la gana engrosar la cuenta de resultados de quien vive de meter la mano en los bolsillos de todos los españoles: de los que les caen bien y, sobre todo, de los que les caemos mal. Curiosamente, cada año son menos los espectadores del cine subvencionado por las múltiples administraciones públicas españolas. ¿A que va a ser que no soy el único que está harto de toda esta gente?

Y, por cierto, ya que estamos en esto de las casillas, ¿para cuándo una en la que se me permita decidir si financio o no a los partidos políticos? ¿Y otra para decidir financiar o no a los sindicatos?

Defendamos la alegría.

2 comentarios:

Mamá dijo...

Llevas razón, yo también quiero varias casillas para dejar de financiar a nuevos ricos y que yo, siga sin serlo. A los actores, partidos políticos y sindicatos. Y seguro que nos dejamos a alguien en el tintero... ¿quién da más?

Stepario dijo...

Bienvenido a la blogosfera. Y si es para ser chinche, mejor. Me parece que no te va faltar material sobre el que picar.