miércoles, 13 de febrero de 2008

La PAZ

La paz no es la P.A.Z.. La P.A.Z. es el acrónimo de la Plataforma de Apoyo a Zapatero o sea Z. La paz es otra cosa: es la ausencia de guerra o el resultado del fin de un conflicto, es un estado de sosiego, de calma. La paz parece ser que no es el estado natural del hombre, aunque no puede negarse que es una aspiración elevada y noble. Tanto y tan impropiamente se ha hablado de paz en estos últimos años, tantas veces se ha pronunciado esta palabra en vano, que precisamente la P.A.Z. ha venido a darle la puntilla. Sólo le faltaba a la pobre paz que se adueñara de ella la cofradía de la ceja angulada (de ángulo, que no de angula). Como no ha tenido bastante con que la prostituyeran a lo largo de aquél siniestro proceso que ha tenido jugando a nuestro Z con los asesinos de ETA, ahora va el artisterío canónico –por aquello del canon, por supuesto- y se colocan debajo de sus tres letras para dar a apoyo al Presidente del ansia infinita de, sí eso mismo, paz. Pobre paz, ¡es tan fácil pronunciar su nombre! Es lo que tienen los monosílabos, no empiezas a pronunciarlos y ya has terminado: paz, paz. Y es gratis: paz, paz.

La P.A.Z., sin embargo, ni es tan fácil de pronunciar, ni tan barata. Detrás de esas tres letras se esconden los mismos que un día pedían el no a la entrada en la OTAN, los mismos que apoyaban al PCE (cuando dicen que existía), los mismos que se olvidaron de montar una plataforma de condena al terrorismo de Estado, los mismos del Nunca Mais, del no a la guerra. Los mismos del canon digital, de la SGAE y del arte subvencionado. Últimamente falta Bardem hijo, que el hombre está recogiendo premios. Lástima que el resto de la cuadrilla p.a.z.ifista no haya alcanzado tan altas cotas artísticas y tenga que seguir viviendo del prójimo, sea por la subvención, sea por el canon. El caso es meter la mano en el bolsillo ajeno y/o arrimarse al psoebre. Pues que les cunda.

El lunes, el Santo Iñaki hablaba de ellos y se quejaba de cuán mal se había tratado a estos próceres de la decencia ideológica, a estos paladines del arte patrio, por haber apoyado públicamente a Z. Decía el hermano del Rector Magnífico de la Universidad Autónoma de Madrid que en otros países (¿por ejemplo Estados Unidos?) este tipo de actos era habitual y no pasaba nada. Y tenía razón: en Estados Unidos es normal que actores, escritores o músicos hagan campaña a favor de tal o cual candidato. Sin embargo, olvidaba el gran comunicador, el flexo que ilumina la actualidad para la progresía, que no es normal que llamen turba imbécil a quienes no comparten sus ideas y, lo que es más importante, que los contribuyentes americanos no gastan ni un céntimo de su dinero en apoyar a eso que en la España plural llaman la industria de la cultura y que, salvo que alguien demuestre lo contrario, ni es industria, ni es cultura.

La realidad es muy distinta: rima con poderoso caballero y hoy se viste de canon digital y otras regalías. Lo que me gustaría saber es qué parte de esas regalías sale del bolsillo de la turba imbécil. Lo que me gustaría escuchar es qué pasará el día que la turba imbécil vuelva a gobernar. Y que lo veamos.

2 comentarios:

Mamá dijo...

Me temo que será difícil que "la turba imbécil" haga algo con estos si gobierna. Aunque parece que hay un atisbo de esperanza, porque al menos, ahora dicen claramente que lo importante son los otros artistas. El tema es que los medios de comunicación son más proclibes a Z, de hecho, salvo alguna radio o tv digital o autonómica, el resto sabe bien con quién no tiene que enfrentarse. Por eso, el problema, como digo, es que la ciudadnía aborregada y adormecida delante del televisor, se termina creyendo TODO lo que le cuentan. Y ese es el tema final, que se creen las mentiras unos pocos que se encargan de proclamar.

Creo que lo más inteligente sería dejar de subvencionar al cine. Que se convierta en una verdadera industria, y que como todos los curritos que trabajan en cualquier industria de España, si no rinde, si no da beneficios, que la declaren en suspensión de pagos y que la cierren. Y que los "curritos" se busquen otro trabajo en donde decir sandeces. Verás como entonces, no tantos querrán ser actores... y cuidarán de insultar a más de la mitad de españoles.

Pero me temo que ese día está tan lejos, que yo, que no llego a los cuarenta, no lo veré.

Anónimo dijo...

Creo que lo mejor que le puede pasar a la masa es que comience a joderse económicamente. Así tal vez se de cuenta de los indocumentados del gobierno de ZP-