viernes, 15 de febrero de 2008

La verdad

Parece que el PP se ha decidido a aceptar la oferta del PSOE: habrá debates. El PP cede y acepta las condiciones del PSOE. Los ciudadanos, sin embargo, sólo podremos contemplar un debate falso: limitado a aquello sobre lo que están dispuestos a discutir ante las cámaras y durante un tiempo tan corto que sólo dará para la proclama de cuatro guiños electoralistas. ¡Cuánto miedo! El miedo de unos y de otros. Ciertamente estamos ante una situación en la que ninguno de los dos partidos parece decidido a decir la verdad. La verdad es la gran ausente de la agenda de cualquier político: ¿toca hoy decir la verdad? No, no, hoy tampoco. Es como aquél cartelito que cuelga en muchos bares: “Hoy no se fía. Mañana, sí”. ¿Para cuándo un político que diga la verdad? La verdad de porqué está ahí. La verdad de lo que pretende hacer. La verdad sobre a quién quiere beneficiar. El miedo a decir la verdad atenaza a los políticos: el miedo a que diciendo la verdad no llegue a donde quiere llegar, el miedo a que se le entienda, el miedo a que se le conozca. Una de las frases más recordadas de Juan Pablo II se refería, precisamente, a la verdad: la verdad os hará libres. Lástima que sean pocos los que acepten el mensaje y se deciden a serlo. Vivimos en una sociedad que se sostiene en la mentira, una sociedad esclava de la mentira que, a pesar de ello, no desea ser libre porque, posiblemente, no soportaría el precio de la verdad. ¿Llegará el día en que algún político diga la verdad? Sinceramente, no lo creo. Gandhi afirmó una vez que nunca la verdad perjudicó a una causa justa. Quizás sea por eso.

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